Restauranteros michoacanos apelaron a la sensibilidad del gobierno estatal para que el cierre de actividades de jueves a domingo no se aplique para el sector, toda vez que sería catastrófico para la economía de quienes dependen de este rubro.
A través de redes sociales la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac), delegación Michoacán, manifestó su rechazo a la aplicación de las medidas anunciadas por el gobernador Silvano Aureoles el día de ayer lunes.
“Cualquier nuevo cierre o una medida restrictiva adicional sería catastrófico para varios sectores, incluyendo por supuesto el restaurantero en el que los más afectados son nuestros colaboradores quienes han visto mermadas sus propinas, que son un recurso adicional muy importante, y por supuesto todos los proveedores de los restaurantes, muchos de ellos del sector agrícola”, expusieron.
Las medidas anunciadas refieren a que toda actividad no esencial (parques, plazas públicas, centros comerciales, supermercados) y algunas esenciales (restaurantes- solo comida para llevar) deberán cerrar a las 19:00 horas de jueves a sábado y el domingo frenar completamente su actividad durante el mes de enero y 15 días más de febrero.
En su postura refirieron que la oferta restaurantera que cumple con toda la regulación sanitaria “no solo ayuda a cuidar empleos y negocios, sino que también ofrece alimentos seguros a las personas que participan en el resto de las actividades económicas”.
De ahí que reiteraran su confianza para que la autoridad permita la operación y sobre todo la recuperación de la industria en beneficio de los miles de empleos directos e indirectos.