El empresario forjó una buena relación con el Canciller durante su función como Jefe de Oficina. Tatiana molesta porque creía que la empujaría como candidata.
En la 4T todos tienen la plena seguridad de que Tatiana Clouthier es apenas una «empleada» de Alfonso Romo. Su designación al frente de la Secretaría de Economía sólo se entiende bajo esa óptica: un gesto de AMLO hacia el empresario. El completo desconocimiento de Clouthier en los temas que competen a su dependencia quedaron otra vez en evidencia en su viaje por Washington.Pero el control de Romo sobre la Secretaría de Economía, a través de Tatiana, no implican necesariamente que habrá un apoyo total sobre el sueño presidencial de Clouthier. A tal punto, que el ex Jefe de Oficina de la Presidencia ya inició un acercamiento lento pero sostenido con Marcelo Ebrard.
Romo sabe a la perfección que Ebrard ya empezó a armar equipos de trabajo sobre distintos aspectos que le inquietan de cara a pelea por la sucesión. Por ejemplo, en materia de comunicación política ya tiene Daniel Millán -actual jefe de oficina en la SRE-, pero también a Gustavo Lomelín, Eduardo Del Río y Oscar Arguelles. Esa dinámica se repiten en diferentes temáticas.
Clouthier enfrentó reproches en Washington por la política laboral y energética de AMLO Pero en el rubro económico Ebrard todavía no mostró ninguna carta. Para peor, la relación con sus dos colaboradores históricos en temas económicos están rotas o con al menos con interferencias. El caso de Armando López Cárdenas -sobrino de Cuauhtémoc- es irremontable: su apoyo a Mancera en medio de la embestida en su contra, lo coloca entre los cercanos del Canciller en la categoría de «traidor».
Mario Delgado fue otro de los históricos cerebros económicos de Ebrard, pero como reveló LPO en las cercanías del Canciller hay zozobra por los gestos de apoyo a Sheinbaum que envía constantemente el ahora dirigente de Morena.
Romo se consolidó en 2018 como el interlocutor de AMLO con los empresarios, y ya en 2017 había conseguido adueñarse por completo del armado del Plan Alternativo de Nación. Su actual lectura es sólo con Ebrard podría recuperar ese rol, que en la 4T fue desgastada por las constantes desautorizaciones del propio López Obrador.