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Rosario Robles declarará con una pistola en la sien

La prisión, el abandono, las traiciones de sus ex colaboradores más cercanos y la búsqueda de una pena menos grave han hecho cambiar la estrategia jurídica de Rosario Robles Berlanga, tras 15 meses recluida en Santa Martha Acatitla.

El mismo y perverso “criterio de oportunidad” contemplado en el Código Federal de Procedimientos Penales al que se adhirió Emilio Lozoya Austin, quien no volverá a pisar una celda a cambio de acusar sin elementos probatorios fidedignos, es la opción que la ex titular de SEDESOL y SEDATU ha elegido para tratar de aligerar su precaria condición y la pena que podría alcanzar.

De la actitud soberbia y retadora que le caracterizó siempre como integrante del gabinete de Enrique Peña Nieto, cuando se sabía poderosa y protegida de Miguel Angel Osorio Chong, con quien tuvo cercanía y complicidad, no queda nada.

Hace apenas 3 meses, Robles Berlanga se expresó en estos términos a través de una carta que fue ampliamente difundida: “También sé que lo que pretenden para que yo tenga mi libertad es que señale como responsable a ex colegas míos, de mayor jerarquía en el gabinete del sexenio pasado, con el objetivo de dirigir hacia ahí sus baterías.

No mentiré para obtener mi libertad.

No quiero que se abran estas pesadas puertas con la mentira y la falsa delación disfrazada de testigo colaborador”.

Ahora cambia de opinión y los litigantes han adelantado que se acogerá al criterio de oportunidad que descalificó hace 90 días.

Según el abogado Sergio Arturo Ramírez, su defendida declarará para buscar beneficios a cambio de señalar a Luis Videgaray como supuesto cerebro operativo de la llamada “estafa maestra”, testimonio que de rebote incriminaría también al expresidente mexiquense.

Y como era de esperarse para confirmar el sello de origen, el defensor anticipó que no habrá ninguna imputación contra Osorio Chong, señalado por Emilio Zebadúa en sus  recientes declaraciones como uno de los favorecidos por la presunta operación de desvío de recursos para financiar una campaña de imagen personal cuando era Secretario de Gobernación.

Es evidente que no hay pruebas documentales sobre lo que Robles tratará de establecer respecto al financiamiento de diversas campañas políticas del PRI en 2018, será su palabra contra la de quien fue su Oficial Mayor y funcionario de gran confianza en dos secretarías de Estado.

Rosario responderá la traición a Zebadúa con la misma moneda, en una guerra de lodazales que le ajustará como anillo al dedo a la Fiscalía General de la República para darle el uso político más conveniente en favor de los intereses electorales de la 4T.

Valiente verdad la de Robles Berlanga a quien la desesperación le ha orillado al perverso “criterio de oportunidad” bajo el cual se puede decir cualquier cosa a cambio de una tabla de salvación que fue bien aprovechada por Lozoya a quien nadie ha visto en México y mucho menos en la cárcel.

En los próximos días escucharemos de todo, excepto hechos que puedan demostrarse fehacientemente.

Queda claro que el cambio de opinión se da bajo presión y que el sentido de sus testimonios dependerá del guión que más satisfaga en Palacio Nacional donde ya se frotan las manos para darnos una nueva temporada de distractores mañaneros.

¿Qué valor real se le puede dar a las declaraciones de quien tiene una pistola en la sien? El mismo martes a través de una carta fechada en Cambridge, Massachusetts, Luis Videgaray fijó postura: “Rosario Robles podrá decir muchas cosas, pero lo que no podrá hacer es probar mentiras”.

Ya se verá la calidad de información que la ex jefa de gobierno de la capital proporcione en los próximos días.

En un contexto de amagos, nuevamente todos los caminos se dirigen hacia Peña Nieto, que todavía goza de los efectos de un aparente pacto inconfesable que podría perder eficacia tras la elección intermedia de 2021.

La llave del tablero de control está en manos de Andrés Manuel López Obrador.

 

 

 

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